Hace muchísimos años, yo era habitué de Bunker, un boliche gay donde pasaban la mejor música de Buenos Aires, siempre tube amigos gay´s, es más, siempre me consideraron un "putito" más y a mi ese ambiente me encantaba, no solo porque mi amistad era franca y desinteresada, me sentía muy querida, protegida, super mimada... Iba los viernes, todos los viernes, siempre había alguna sorpresa, porque me he encontrado con gente q no sabía q era del palo, señores casados q conozco toda su familia, muy machos en asados llenandose la boca de moral, muy de la manita de pendejitos de turno... en fin... Uno de esos viernes, yo paraba siempre en la barra de adelante, me cruzo con uno de mis ídolos de toda la vida, Roberto Piazza, enfundado en jean ajustado, con unas texanas alucinantes y una camisa Versace soñada... me acuerdo q lo enfermaba diciendole q cuando me case me iba a hacer él el vestido de novia, cosa q no fue asi porque cuando me casé ya estaba lejos del ambiente, y él siempre, super risueño, me decía q le iba encantar vestirme, hasta me invitó a q vaya a sus defiles, pero era la época en q andaba enroscada en otro mambo y no pude ir... Siempre lo admiré como hombre y como diseñador, me parece un tipo con una visión, con un arte en cada creación, siempre me dejó con la boca abierta, lo seguí en el cable, en la tele cuando pude, cada vez q pesco q le hacen una nota tambien lo veo, un hombre q me encanta, con su cultura, su verborragia, con su desfachates q pese a q yo soy parecida, me asombra y me encanta...!!!
Para el día de la Madre, a mi vieja le regalaron Corte y confesión, el libro de Roberto Piazza... no veía la hora de q en la casa de ella, todos terminen de leerlo para q me lo preste... mem lo comí en tres días... reí, lloré, lloré mucho, el libro es encantador, más allá de q es cruel, porque su infancia fue cruel, porq el desamor q sufrió es cruel, por q el abuso y vejación q padeció creo q ni él se la desea a su peor enemigo, me fascinó... saber más de él... y aunque creo q él no lo hizo con esa intención, lo tomé como un libro de autoayuda, lo recomiendo, y no lo tomé asi porque yo haya sido abusada, pero las vejaciones no son solo sexuales, en mi caso por lo menos no, el desamor, la falta de cariño y afecto, tambien dejan secuelas , no me siento identificada, pero fue como permitirme, despues de 40 años, mirarme en el espejo del alma, para desempañar y ver las cosas como son, sin taparlas, sin esquivarlas...
Recomiendo el libro, tiene partes muy divertidas, aparte cuando describe sus creaciones es majestuoso, formidable es cerrar los ojos y tener el desfile delante de tus ojitos...
Gracias Roberto, aunque éstas líneas nunca llegarán a tus ojitos, me encantó escribirlas y dedicartelas.
Beso Grande...
